La crisis española: Sí que hay alternativas

September 9, 2012
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People showing agreement with hands up in Barcelona protests. Photo Marcello Vicidomini. CC BY 2.0

(English version.) Para Antonio Gamsci,  la crisis sistémica —orgánica, que decía él— consistía en “el hecho de que lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no puede nacer”.(1) Sobre qué ocurre con “lo viejo” leemos algo en el periódico cada mañana y hablamos de ello con nuestros congéneres. Conversaciones que, en España, si llegan a un cierto grado de profundidad, a menudo acaban con: “vale, todo está mal, pero ¿qué se puede hacer?” A lo que el interlocutor más combativo suele responder con cualquier frase que comience por “no”. “No aceptar el sistema vigente”, “no pagar la deuda”, “no votarles”. En este sentido, podría decirse que la palabra “no” también está presente en gran parte de las consignas del 15M. “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”; “no nos representan”; “si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir”; “no hay pan para tanto chorizo”. Gracias a todas estas consignas, manifestaciones, debates… —y su gran calado en las sociedad— se lograron las dos premisas iniciales que según Gramsci son necesarias para convertir la crisis económica en crisis del sistema imperante —o estructural en orgánica, en sus términos—, léase el fracaso intelectual de las tesis de la clase dirigente y el logro de que las masas pasen de la inactividad política a una cierta actividad. Sin embargo, ¿qué pasa con “lo nuevo”? ¿Dónde están las consignas del “sí”, las alternativas? ¿Es cierto, como diría Gramsci, que no pueden nacer?

Ante los ataques que le llegan a la población española por muchos frentes diferentes (desempleo, merma de derechos laborales, recortes en educación, sanidad, ayudas…), el margen para mantenerse indiferente es cada vez más estrecho, y en consecuencia todo el mundo está en contra de algo, una reacción lógica de defensa. Un ejemplo paradigmático es el crecimiento del partido UPyD, cuya principal aportación y única diferencia con las propuestas de los partidos dirigentes consiste en eliminar cargos y privilegios políticos a todos los niveles, algo que permite canalizar eficazmente la frustración social y el rampante odio hacia la llamada “clase política” para conseguir el voto de personas que, o bien no conocen ninguna alternativa real al sistema y formas de vida anteriores a la crisis, no confían en dicha alternativa o temen el cambio y se aferran a lo que queda de su vida anterior.

El problema es que esta repentina toma de conciencia de lo que no funciona sin más, “en negativo”, tiene el efecto de generar un enorme pesimismo y desazón en gran parte de la población, especialmente la menos joven, que se ve obligada a asumir cómo se tambalean sus principios existenciales a la vez que se ven mermadas sus condiciones de vida. A lo que se añade la falta tangible de resultados a corto plazo de las protestas y manifestaciones, que por masivas que sean, hasta ahora no han sido escuchadas desde el poder, que repite sin cesar la consigna de que “no hay alternativa”. Por ello es más importante que nunca hacer visibles las iniciativas novedosas, por su capacidad de generar ilusión, creatividad y continuidad, así como la posibilidad de dar una salida a esa gente que ve derrumbarse las bases de su vida y quizá hasta ahora no se había planteado nada fuera de lo convencional.

Porque, en realidad, lo nuevo, las alternativas, sí existen, y se están extendiendo poco a poco,  impregnando todas las esferas de la vida pública. La mayoría de ellas son novedosas sólo en el contexto español, o existían desde hace tiempo pero han experimentado un crecimiento exponencial. En ambos casos se trata de un salto cualitativo y tremendamente innovador para la sociedad española, dada la tremenda destrucción de lazos comunitarios y conciencia crítica que se había producido en los años del desarrollo económico.  Algunas de ellas son las siguientes:

Mapa de bancos de tiempo españoles a septiembre de 2012. Fuente: vivirsinempleo.org

1. Bancos de tiempo. A febrero de 2012 había casi 300 bancos de tiempo registrados en  barrios y pueblos de la Península, como se observa en este mapa. Consisten en la creación de una red de intercambio de favores, con la regla del “pay forward”  y un banco que en vez de dinero contabiliza, mediante un software creado a tal efecto, las horas cedidas por cada persona. Así, una vez que hayas aportado cualquier cosa que sepas hacer (desde hacer croquetas o arreglar un enchufe hasta hacer la declaración de la renta o dar clases de japonés), puedes recibir cualquier servicio de otra persona inscrita. El mecanismo refuerza las comunidades, ofrece servicios a quien no puede costeárselos, da valor a las personas por lo que hacen y no por lo que tienen y tiene el potencial de crear una alternativa al intercambio de servicios capitalista.

Urban garden at Forat de la Vergonya. Photo Enric Senabre. CC BY-SA 2.0.

2. Grupos de consumo y huertos urbanos. Sólo en la Comunidad de Madrid hay más de 50 grupos de consumo. Su objetivo es evitar a los intermediarios, consiguiendo todo tipo de productos (vegetales, pan, cereales, carne, huevos, cerveza…) de gran calidad, local y en general ecológicos a precios razonables, estableciendo además una relación de confianza mutua y cercanía entre el campesino y el grupo consumidor. La situación del pasado, en la que muchos grupos de personas querían vivir del campo de forma alternativa pero no encontraban mercado para sus productos, ahora se ha invertido hacia una situación en la que los consumidores tienen problemas para encontrar campesinos a los que comprar. Los huertos urbanos son otra alternativa. En los últimos tiempos sólo en Madrid se han establecido más de 20, utilizando espacios desaprovechados para hacerlos productivos, establecer relaciones vecinales y lanzar un gesto de denuncia. En ambos casos, el ciudadano puede verse libre de corporaciones y otros centros de poder en algo de lo más básico: el alimento.

3. Ecoaldeas y emigración ciudad—campo. Mientras que los grupos de consumo son esencialmente urbanos, las ecoaldeas son espacios rurales —pueblos abandonados, fincas— donde un grupo de gente se reúne para vivir de forma integrada y respetuosa con el medio ambiente. La Red Ibérica de Ecoaldeas se actualiza periódicamente con proyectos nuevos por todo el país. Tradicionalmente han acogido a gente cansada de la vida urbana y comprometida con la sencillez y la ecología, pero ahora también es una alternativa para gente que ha perdido o no encuentra su forma de vida por culpa del desempleo. Pero no sólo las ecoaldeas reciben gente de ciudad, también pueblos tradicionales dejan de serlo al instalarse foráneos con espíritu emprendedor e innovador. Así, los municipios más pequeños ven aparecer iniciativas sociales de todo tipo que, especialmente desde el 15M, se están transformando en políticas, trastocando las relaciones de poder tradicionales.

4. Banca ética. Ante los desastres producidos por la economía especulativa y la gestión bancaria, la banca ética ofrece a sus clientes la posibilidad de saber adónde va su dinero, haciendo así viables proyectos de la economía real  —sociales, medioambientales y culturales—. Los depósitos en banca ética han crecido un 1,760% desde 2005, y los préstamos un 1,150%. Sólo en 2011, la banca volvió a crecer un 54%.(2) La entidad más grande y conocida es Triodos, que cuenta con 61,000 clientes, pero también hay otras como Fiare, Coop57 y Oikocredit.

El co-portavoz de Equo, Juan López de Uralde.

5. Partidos políticos. El descalabro del PSOE y el reciente descenso en los sondeos del Partido Popular están provocando la aparición de nuevos partidos y la agrupación de partidos minoritarios que han decidido ponerse de acuerdo ante la oportunidad real de obtener espacio político. Ya en 2007 se fundó el partido bisagra UPyD. Pero en la izquierda también ha habido movimientos: los partidos verdes han decidido agruparse en una sola coalición, Equo, que combina ideas ecologistas tradicionales con participación ciudadana y una alternativa a la crisis basada en el sector energético. Más reciente es la llamada “Syriza gallega” (en referencia al partido griego), una coalición que ha buscado unir a los partidos de izquierdas nacionalistas gallegos y no nacionalistas de la región. El abandono de la violencia de ETA ha provocado también que la coalición de la izquierda abertzale Bildu vaya a ser determinante en el País Vasco en las elecciones del próximo octubre. Por último, ha cobrado especial relevancia en los últimos meses el ala más izquierdista y coherente de Izquierda Unida, debido a la popularidad del joven diputado nacional Alberto Garzón y el eco mediático de las acciones del alcalde de Marinaleda y diputado por Andalucía Juan M. Sánchez Gordillo, ocupando tierras improductivas para el uso por jornaleros y robando en supermercados para donarlo a asociaciones asistenciales, con el objetivo de poner en la palestra la situación de necesidad de las clases populares.

Un inmigrante se manifiesta tras los recortes en sanidad. Foto Fernando Sánchez.

6. Acciones de apoyo a los inmigrantes. Desde el 15M se organizaron brigadas vecinales para detener las redadas ilegales que la policía hace en busca de inmigrantes irregulares, logrando sacarlas a la luz y que el Gobierno dijera que las pararía. Después se destapó el caso de los Centros de Internamiento, donde los inmigrantes en espera de deportación se hacinaban en condiciones infrahumanas. También, debido a las fuertes presiones de la sociedad civil, el Gobierno se comprometió a dejar estos centros en manos de las ONGs. Por último, hace pocas semanas un grupo de 100 médicos han creado una plataforma de desobediencia civil para seguir atendiendo a los inmigrantes a los que el Estado ha retirado este verano la posibilidad de acceder a consulta médica.

2ª edición de La economía del bien común, de Christian Felber, ed. Deusto.

7. Propuestas teóricas de modelos económicos alternativos. Cientos de economistas heterodoxos se han unido a través de iniciativas como Econonuestra para salir de la irrelevancia a la que eran condenados en las universidades. Varios libros se han vuelto muy populares, como Hay Alternativas, de Juan Torres, Vicenç Navarro y Alberto Garzón, que ha corrido como la pólvora por las redes gracias a su difusión gratuita en pdf. También está teniendo un éxito creciente el libro La Economía del Bien Común, de Christian Felber , con un modelo que integra conocimientos de psicología con economía para ofrecer una transformación radical del capitalismo sin dar un papel preponderante al Estado, un modelo que en poco tiempo ya aplican cientos de organizaciones y empresas en Europa. Desde la ecología cobra fuerza la alternativa del Decrecimiento, con el nacimiento de nuevos grupos de difusión y el respaldo de la veterana asociación Ecologistas en Acción.

8. Medios de comunicación. El panorama mediático actual en España es desolador en cuanto a pluralidad. Cuatro periódicos de derechas compiten cada día en los kioscos con uno de centro. La televisión pública acaba de ser abducida por el Partido Popular y la única televisión mayoritaria de izquierdas se encuentra en una situación de ahogo financiero similar al que sufrió el diario Público antes de su caída la primavera pasada. Pero de este periódico ha nacido una fuerte cooperativa de trabajadores (MásPúblico), un espacio de opinión de grandes firmas (ElDiario.es) y varios proyectos desde la ciencia (Materia), hasta la sátira (Mongolia). Estos proyectos, que este otoño empezarán a funcionar a pleno gas, se suman a otras iniciativas también recientes como Periodismo Humano, la popular revista cultural Jotdown el desembarco de El Hufftington Post.

Cuánto tiempo durará la crisis, o la fase en la que “lo nuevo no puede nacer” dependerá de la sociedad española y de los medios a su alcance. En la época de Gramsci, las trabas principales eran la represión violenta y el ataque propagandístico ejercido por la clase dirigente. Hoy, en un país que no es aquélla Italia Fascista ni ha desarrollado aún la violencia neonazi de Grecia, los mayores obstáculos son el ataque mediático y el ahogamiento financiero. Pero la aparición de internet y sus posibilidades de difusión, asociación, organización, diálogo y financiamiento colectivo han conseguido que lo nuevo sí esté naciendo, aunque lo viejo no termine de morir.

Jorge Gaupp es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, MA en Desarrollo Internacional por el ICEI (Instituto Complutense de Estudios Internacionales) y en Educación Secundaria por la UCM. Actualmente trabaja en Oberlin College, OH.

REFERENCIAS:

1. Antonio Gramsci, Gramsci, A. (1977) Quaderni del Carcere: Q3. Einaudi., p. 311.

2. Datos de Servicio Tercer Mundo (SETEM), organización dedicada a las finanzas éticas y al comercio justo. http://www.setem.org/site/es/

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2 Responses to “ La crisis española: Sí que hay alternativas ”

  1. Crisis espanola: Si que hay alternativas on September 28, 2012 at 12:17 pm

    […] él— consistía en “el hecho de que lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no puede nacer”.(1) Sobre qué ocurre con “lo viejo” leemos algo en el periódico cada mañana y hablamos de ello […]

  2. José Luis on March 4, 2014 at 10:35 am

    No es una crisis, es un infame plan para estafar más al pueblo.